Cementerio del Viejo San Juan
La Capilla Santa María Magdalena de Pazzis fue erigida en 1860 y se distingue por su domo rojizo, la edificación fue inspirada en la Rotonda Bramante de Roma.
En todos mis años de residencia en Puerto Rico, nunca me había interesado en visitar el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan. Hace unos días me vi cual turista con cámara colgando del cuello por las adoquinadas callecitas y en dirección hacia el Castillo San Felipe del Morro decidí pausar por un rato y ver el lugar de descanso final de muchos.
Este cementerio inaugurado en 1814 se distingue no sólo por sus artísticas tumbas y mausoleos en mármol, sino por su inigualable ubicación y vecinos, justo a las afueras de las murallas del fuerte ofreciendo unas dramáticas vistas hacia la estructura que data del siglo 16. Desde el camposanto el histórico y notorio vecindario La Perla queda expuesto y hacia el norte el bravío y hechizante mar.
El cementerio tiene un estilo neoclásico.
El histórico Barrio La Perla queda vecino hacia el este del camposanto.
Algunas lápidas se remontan al siglo 19, mientras que otras son contemporáneas. Algunos sepulcros son suntuosos y elaborados, como si los seres queridos de quienes allí yacen quisieran preservar la memoria de estos a fuerza de grandes despliegues. Otras tumbas se amparan en flores de plástico para marcar la morada. Muchas veces me pregunté si mi lente intruso perturbaría a los que ahí duermen, pero creo que agradecen la visita.
Aquí se encuentran moradas muy elaboradas y otras muy modestas.
Los restos mortales de puertorriqueños de renombren han sido enterrados aquí, junto al hermoso mar, donde descansan en paz junto a otros compatriotas.






